Ya está aquí! ha venido para estar con nosotros!

Para pensar …

Por fin ha llegado la Navidad. Celebramos el nacimiento de Jesús, el Hijo de Dios. Y Jesús nace de forma muy humilde en un pesebre, porque sus padres no encontraban un lugar digno donde poder dar a luz a Jesús.

Debemos buscar en lo pequeño, en lo humilde, porque es ahí donde Dios se hace visible para nosotros. No debemos buscarlo en ningún otro sitio. Por eso es muy importante que en estas Navidades dediquemos algo de tiempo a buscar a Jesús. Él siempre nos está buscando, pero nosotros debemos dejarnos querer por Él, y a veces con tanto ruido no podemos verle y escucharle

 

 

Para rezar …

A lo mejor, Señor Jesús,
nos estás diciendo que también ahora
tu presencia entre nosotros
continúa estando en la debilidad.
La debilidad es el señorío de Dios
en este mundo.

¡Qué difícil nos resulta a todos
asumir y vivir en carne propia
todas estas cosas, toda esta manera
de hacer que es tan diferente
a lo que solemos ver!

El pesebre y la cruz
no deberían ser sólo unos objetos
que situamos en unos lugares
y que tienen su encanto,
sino que deberían ser los signos
de todo un estilo de vida de los seguidores
de Jesús y de sus comunidades

Gracias, muchas gracias, Señor Jesús
por haber nacido,
por la manera como lo hiciste
y por el fin con que viniste.
Gracias, Señor Jesús.