Para Jesús, que cuenta realmente en las balanzas?

Para pensar …

En este pasaje del Evangelio podemos ver dos maneras de situarse ante lo que hace Jesús. Hay unos que se escandalizan porque Jesús va a cenar en casa de un publicano, de una persona que era considerada pecadora. Y por otro lado, está Zaqueo, al que le ponen la etiqueta de pecador; Zaqueo está admirado con Jesús, siente atracción por él. Y se sube a un árbol para poder verlo. Y cuando habla con Jesús está dispuesto a a cambiar lo que sea encesario para ser seguidor de Él.

¿En quiénes debemos fijarnos? ¿En Zaqueo o en los que acusan a Zaqueo de ser un pecador y les parece escandaloso que Jesús esté con esa persona? Jesús lo tiene muy claro. Jesús sabe que tiene que estar con quienes le están buscando, con quienes necesitan de Jesús.

Y cada uno de nosotros debemos saber que todos los días debemos estar con quienes más nos necesitan, como hizo Jesús.

 

 

Para rezar …

Gracias, Jesús,
por querer quedarte
en nuestra casa,
en nuestro corazón,
como hiciste en Zaqueo.

Gracias, Jesús,
porque valoras mucho
todo lo bueno que hacemos,
aunque sean pequeñas cosas.

Gracias, Jesús,
porque tu amor y cariño
son mucho más grandes
que nuestras faltas.

Gracias, Jesús,
porque siempre miras con cariño
y nos ayudas
a cambiar nuestro corazón.

Gracias, Jesús,
porque cada domingo,
en tu fiesta,
nos animas a ser mejores.