La Immaculada, la que todo lo hacía bien, la «llena de bondat»

María, llena de Gracia, llena de Dios.
María, Madre, mujer fuerte y buena,
tú nos inspiras confianza.
Nos gustan muchas cosas de tí.
Nos gusta tu valentía para decir sí, sin condiciones…,
y tu humildad, tu pobreza y sencillez.
Tú solo apareces para ayudar y servir,
para cumplir tu misión de madre.
Tú creíste y te fiaste de Dios.
Ayúdanos a tener un alma grande
en la que quepan todos.
Queremos tener siempre el corazón limpio
en el que no brote sino el bien.
Ayúdanos, Señor, a preparar la navidad,
a convertirnos a Dios, a dar un Sí grande
a su voluntad y a ser fuertes en la dificultad.
Ayúdanos a decir sí, como Tú, María.