Jesús, ayúdame a perdonar. Buf, cómo cuesta!…

Para pensar …

El ojo por ojo, diente por diente es muy tentador. Si alguien te hace daño, tu le haces el mismo daño a esa persona. Y puede hasta parecer justo, pero, ¿es humano? ¿es cristiano?

Jesús nos rompe los esquemas y nos dice que amemos a los enemigos, que no seamos vengativos, que seamos capaces de perdonar, que ayudemos a los que hacen mal. Que luchemos contra el mal, pero no contra las personas que lo hacen.

Esto es verdad que a veces nos cuesta, que no nos resulta fácil. Pero perdonar es algo maravilloso cuando sucede, pero que nos cuesta mucho, porque nos resulta muy difícil volver a confiar en una persona que nos ha hecho daño.

Jesús dice que el sol sale para buenos y para malos… para todos, porque todos somos iguales.

No nos creamos mejores que otras personas. Esto nos ayudará a perdonar si entendemos que el otro ha hecho el mal, pero puede cambiar, porque es hijo de Dios.

  • Piensa el nombre de la última persona con la que te has enfadado y el motivo del enfado.
  • ¿Te has reconciliado con esa persona? Si no lo has hecho, ¿crees que os podéis perdonar?
  • ¿Crees que Dios quiere que estemos enfadados unos con otros?
  • Piensa un compromiso para reconciliarte con esa persona.

 

 

Para rezar …

Gracias, Jesús, porque siempre nos perdonas y así nos enseñas a perdonar.

Gracias, Jesús, por enseñarnos, que es más importante dar que recibir.

Gracias, Jesús, porque tú haces que cuando perdonamos nuestro corazón
se llene de alegría.

Gracias, Jesús, porque nos has elegido para ser tus amigos sin nosotros merecerlo.

Gracias, Jesús, por el don del Espíritu Santo que nos ayuda a querer a todos como tú.

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