Hazle a Jesús una cuna en tu corazón

Para pensar …

El nacimiento de Jesucristo fue así: María, su madre, estaba desposada con José, y, antes de que vivieran juntos, se encontró encinta por virtud del Espíritu Santo. José, su marido, que era un hombre justo y no quería denunciarla, decidió dejarla en secreto. Estaba pensando en esto, cuando un ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, hijo de David, no tengas ningún reparo en recibir en tu casa a María, tu mujer, pues el hijo que ha concebido viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y le pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados».

Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que el Señor había dicho por medio del profeta: La Virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emanuel, que significa «Dios con nosotros». Cuando José despertó del sueño, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y recibió en su casa a su mujer.

 

 

Para rezar …

Te damos gracias por María y por José.
Por ellos nos regalas a Jesús,
el Dios-con-nosotros.

Hoy en el evangelio hemos visto
como José venció la desconfianza,
se fió de ti y acogió a María en su casa.

Ayúdanos también a nosotros a olvidarnos un poco
de tantos ruidos y regalos y a vivir el misterio de la navidad.

Que como la cuna de Belén
estemos listos para acoger a Jesús
en nuestro corazón y en nuestra familia.

Que la luz de la fe
nos dé una mirada limpia
para ver el misterio de Belén
con cariño hacia el Dios
que se queda con nosotros.

Señor, ayúdanos a prepararnos
para recibirte en esta Navidad.
Que aprendamos de Ti a ser
generosos, humildes y sencillos.