Este martes, día 26 de febrero, se ha hecho público el mensaje de Cuaresma del Papa Francisco sobre el tema «La creación, expectante, está aguardando la manifestación de los hijos de Dios» (Rm 8, 19). Desde esta perspectiva sugiere algunos puntos de reflexión «que acompañen nuestro camino de conversión durante la Cuaresma».
«Cuando no vivimos como hijos de Dios, a menudo tenemos comportamientos destructivos hacia el próximo y demás criaturas, también hacia nosotros mismos», destaca el pontífice, y añade que «el hecho de que se haya roto la comunión con Dios, también ha dañado la relación armoniosa de los seres humanos en el ambiente en el que están llamados a vivir, por lo que el jardín se ha transformado en un desierto (cf. Gn 3, 17-18)».
El mensaje también apunta que el camino de la Pascua «nos llama precisamente a restaurar nuestro rostro y nuestro corazón de cristianos, mediante el arrepentimiento, la conversión y el perdón. […] La Cuaresma es un signo sacramental de esta conversión, es un llamamiento a los cristianos a encarnar más intensa y concretamente el misterio pascual en su vida personal, familiar o social, y en particular, mediante el ayuno, la oración y la limosna». «Acogiendo en el concreto de nuestra vida la victoria de Cristo sobre el pecado y la muerte, atraeremos su fuerza transformadora también sobre la creación».