Jesús, tú me envías a llevar la buena noticia de Dios a los pobres y necesitados, de palabra y con las obras, pero siempre animado por la fuerza del Espíritu.
Señor, ábreme los ojos para poder contemplar a los que cayeron al borde del camino y necesitan una mano amiga y fraternal para levantarse de su sufrimiento.
Señor, ábreme la boca para que sepa dar testimonio de Ti, para que siempre pronuncie palabras de ánimo y esperanza, para proclamar siempre que Tú eres nuestro Padre.
Señor, cuida mi corazón para que sea generoso y compasivo, sepa perdonar siempre, y sepa comprender el dolor y la alegría de nuestros prójimos. Amén.