Quiero ser tu domicilio permanente
Señor, no te gustan las casas frías, ni los templos oscuros y solitarios,
tú quieres habitar primero en mi corazón siendo de casa, amigo, vecino, inquilino en mi corazón.
Señor, en mi corazón quieres habitar, que él sea tu domicilio permanente,
tú Padre, hijo y Espíritu, mi Dios, mi amigo, mi familia, mi vida.
Señor, y yo, ignorante, ¡buscándote siempre fuera! Es en el corazón donde tú quieres que te visite primero.
Señor, tú nunca me dejas solo, me envías tu Espíritu para abrirme el entendimiento,
explicarme la Palabra y encender el fuego de tu amor dentro de mí.