Gracias, Jesús, porque nuestros ojos te reconocen vivo cuando hacemos el bien a los demás y seguimos tus enseñanzas.
Gracias, Jesús, para partir el Pan con nosotros de la misma manera que lo hiciste con los discípulos de Emaús.
Gracias, Jesús, porque tu resurrección nos ha abierto las puertas del Corazón de Dios.
Gracias, Jesús, porque nos ayudas a ser tus testigos con la fuerza de tu Espíritu