Gracias, Jesús, porque siempre estás a nuestro lado, cuando estamos alegres y también cuando estamos tristes.
Gracias, Jesús, por todos los buenos pastores que nos ha dado: padres, sacerdotes, maestros, catequistas, que nos acompañan y nos enseñan a seguir el camino recto.
Gracias, Jesús, porque somos tus ovejas predilectas, pues conoces nuestro nombre, nos quieres y nos perdonas.
Gracias, Jesús; como Buen Pastor que eres, has dado la vida por nosotros y nos has abierto las puertas del cielo.
Gracias, Jesús, porque solo tu eres capaz de querernos tanto.