Lectura Espiritual
Hoy pasamos a analizar la segunda parte del Padre nuestro, en la que presentamos nuestras necesidades a Dios. Esta segunda parte comienza con una palabra que huele a cotidianidad: el pan.
La oración de Jesús comienza con una petición imperiosa, que se parece mucho a la imploración de un mendigo: «¡Danos hoy nuestro pan de cada día!» Esta oración proviene de una evidencia que a menudo olvidamos, es decir, que no somos criaturas autosuficientes y que necesitamos alimentarnos todos los días …
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