Hoy, Señor, hemos venido a celebrar la fe en familia, eres tú el que nos convoca. Nosotros hemos dejado nuestras tareas y acudimos aquí con alegría.
Como en los discípulos tú te presentas en medio de nosotros, nos llenas de paz, nos regalas la luz de tu Palabra y nos alimentas con tu Pan.
Nosotros somos la comunidad de los felices por “haberte visto”, los que te seguimos aunque no esté de moda, los que valoramos vivir la fe con otros formando tu familia.
Aumenta Señor nuestra Fe, que cada uno de nosotros te proclamemos “¡Señor mío y Dios mío!” y que se nos note en la vida cotidiana siendo tus testigos, tendiendo la mano a todos y construyendo un mundo mejor.