Gracias, Jesús, por mis ojos.
Dales tu luz, para que sean ojos limpios que miren sin mentira ni rencor, que siempre estuvieran dispuestos para abrir mi corazón, para mirarte a ti.
Que desaparezca de ellos la tristeza y que sepan abrirse siempre para ver admirados todo lo que nos rodea.
Que sepa cerrarlos para encontrarte muy dentro llenándolos de fe, de confianza en ti.
Que sepa abrirlos y ver en profundidad para reconocer tu presencia en todas las cosas.
Que nunca se cierren ante las necesidades de los demás.
Toca mis ojos con tus manos, llénanos de tu luz para ver la vida con la mirada de la fe.
Que demos testimonio de ti con valentía para que otros crean y te sigan.
Pon luz también en todos los que en el mundo sufren la pandemia. Cúrales, dales tu paz, tu fuerza y tu amor.
Amén.
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