Gracias, Jesús, porque siempre nos perdonas y así nos enseñas a perdonar.
Gracias, Jesús, por enseñarnos, que es más importante dar que recibir.
Gracias, Jesús, porque tú haces que cuando perdonamos nuestro corazón se llene de alegría.
Gracias, Jesús, porque nos has elegido para ser tus amigos sin nosotros merecerlo.
Gracias, Jesús, por el don del Espíritu Santo que nos ayuda a querer a todos como tú.
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