Este jueves, Solemnidad de la Asunción de María Celeste, patrona de nuestra parroquia y de Salou, y como es tradicional de cada año, tuvo lugar en nuestra iglesia el acto central de la Fiesta Mayor, la Misa Solemne y la posterior procesión de la Virgen.
A las 20h y con la iglesia llena de gente empezó puntualmente la celebración. Mn. Santi dio la bienvenida saludando protocolariamente a todos los asistentes y explicó el sentido diferencial e integrador que tendría la celebración litúrgica de este año. Por un lado, el predicador fue Mn. Robert, nacido en el Congo y recientemente ordenado diácono, actualmente incardinado en las parroquias de San Pedro y la Sangre de Reus, que glosó en la homilía sobre la Virgen, su mensaje y lo que aportar hoy los salouenses. Por otro lado, también destacó la presencia de David, sub diácono del Patriarcado Católico de la Babilonia de Caldea, que habitualmente pasa sus vacaciones entre nosotros. Concelebraron Mn. Josep M. y Mn. Pedro Dalmau, acompañados de un acólito seminarista de Zaragoza y monaguillos de la parroquia.
Mn. Robert, con un catalán perfecto, hizo su predicación y también rezó una oración en su lengua materna, el Kincongo. En su momento el Padrenuestro el rezó el bache diácono David en lengua aramea, lengua que hablaba Jesús y en la que el enseñó a sus discípulos. Las ambas intervenciones hicieron poner la «carne de gallina» a más de uno, creando en la iglesia un ambiente de oración y emocionante. La celebración se concluyó con el canto de los gozos que se distribuyeron entre los asistentes para que todos los pudiera cantar.
Fue al terminar la celebración y haciendo los preparativos para iniciar la procesión, que se produjo el hecho que nos afectado a muchos de nosotros. La virgen María se desenganchó del apoyo y cayó cuando los costaleros intentaron levantar el paso. El accidente dañó toda la figura del niño Jesús, causándole grietas en la cara y en algunas extremidades. Unas fisuras, que fueron reparadas con mucho cuidado y rapidez en la misma sacristía de la parroquia, que no impidieron que la virgen saliera a la calle. Eso sí, el incidente retrasar el inicio de la procesión que tuvo que recortar su recorrido. Como es habitual, decenas de personas también acompañaron la procesión hasta el espigón del muelle.
A su vuelta a la iglesia, se produjo otro momento muy especial y emotivo, sobre todo por parte de los pescadores, que vivieron la jornada conmocionados por el susto y a la vez contentos porque se pudo hacer la procesión. Cuando la Virgen ya volvía estar en la iglesia, tras unas breves palabras de Mn. Santi y antes de cantar la estrofa de los “goigs”, se recitó cantando el Ave María, en primer lugar lo hizo Mn. Robert en Kincongo y después el sub diácono David en arameo. Los sentimientos y las emociones que se vivían en estos momentos se podían «fotografiar» con las caras y miradas, sobre todo de los pescadores. Damos gracias a Dios por todo el vivido y por la experiencia de la fiesta que hemos tenido bajo la mirada de Santa María del Mar.
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