Lectura Espiritual
Después de pedir a Dios el pan de cada día, la oración del Padre Nuestro entra en el campo de nuestras relaciones con los demás. Jesús nos enseña a pedirle al Padre: «Perdónanos nuestras deudas, así como nosotros hemos perdonado a nuestros deudores» (Mateo 6, 12). Como necesitamos el pan, así necesitamos el perdón. Y esto cada día.
El cristiano que reza pide a Dios ante todo que le perdone sus ofensas, es decir sus pecados, el mal que hace. Esta es la primera verdad de cada oración: aunque fuéramos personas perfectas, aunque fuéramos santos cristalinos que no se desvían nunca de una vida de bien, somos siempre hijos que le deben todo al Padre…
Llegir [+]