Lectura espiritual
GUSTÉ Y VÍ
¡Oh Divinidad eterna, oh eterna Trinidad, que por la unión con tu divina naturaleza hiciste de tan gran precio la sangre de tu Hijo unigénito! Tú, Trinidad eterna, eres como un mar profundo, en el que cuanto más busco más encuentro, y cuanto más encuentro más te busco. Tú sacias el alma de una manera en cierto modo insaciable, ya que siempre queda con hambre y apetito, deseando con avidez que tu luz nos haga ver la luz, que eres tú misma.
Del Diálogo de santa Catalina de Siena, virgen,
Sobre la divina providencia
(Cap. 167, Acción de gracias a la Santísima Trinidad)
Si el siglo XXI se convierte, será a través de una mirada nueva, por medio de la mirada mística, que tiene la propiedad de ver las cosas, por primera vez, de una manera inédita.
Cuando el ser humano se dé cuenta de que está amenazado en su esencia por la cocina infernal de los aprendices de brujos; en su vida por el peligro mortal de la polución, sin hablar de la polución moral que acabará por darle miedo, quizás experimente entonces la necesidad de ser salvado; y este instinto de salvación es posible que le lleve a buscar en otra parte, muy lejos de los discursos imperantes de la política o del murmullo de una cultura exangüe, la razón primera de lo que es él. Ahora bien, no lo encontrará más que a través del rejuvenecimiento integral de su inteligencia por medio de la contemplación, del silencio, de la atención más extrema y, por decirlo con una sola palabra, de la mística, que no es otra cosa que el conocimiento experimental de Dios..
Frossard
|
Per publicar un comentari heu de iniciar sessió.